30 julio, 2009

Nada mas que la verdad


Rachel es periodista y cumple una condena de dos años. Ha publicado un articulo que perjudica al gobierno a la vez que identifica a una agente del servicio secreto de inteligencia. Esta joven no esta dispuesta a hacer publico el nombre de su fuente de información y ha sido capaz de sacrificar su familia y su puesto de trabajo por lo que considera digno: su carrera de periodismo y llevar a todos la verdad que conoce.

Durante el juicio su abogado dijo algunas frases que no dejaron de conmoverme:

“Mientras pasen los años, el poder del gobierno se volverá más y más grande. Aquellos que estén en el poder, cualquiera  que sean sus políticas, solo se quieren perpetuar y el pueblo es la víctima”.

“Nosotros, como nación, no soportaremos más que aquellos que estén en el poder cuenten más que aquellos que no tienen ninguno”.

“¿Cuál es la naturaleza de un gobierno cuando no hay miedo a la credibilidad? Deberíamos pensar esto. Encarcelar periodistas, es para otros países. Es para países con miedo a sus ciudadanos, no para países que los protege”.

Creo que ante los argumentos expuestos por la defensa no hay mucho mas que agregar.

“Nada mas que la verdad” es el nombre de la película, realizada a partir de hechos reales. Me la hizo llegar un amigo y me cautivó por su gran contenido y las lecciones que se pueden sacar de ella.

(Cualquier semejanza con nuestra realidad es pura coincidencia)

24 julio, 2009

Derecho de propiedad


Hoy revisando algunos puntos de la constitución cubana relacionados con la propiedad, me he encontrado otra vez con el articulo 21 que no deja de sorprenderme.
Artículo 21: Se garantiza la propiedad personal sobre los ingresos y ahorros procedentes del trabajo propio, sobre la vivienda que se posea con justo titulo de dominio y los demás bienes y objetos que sirven para la satisfacción de las necesidades materiales y culturales de la persona.
No entiendo como un país que refrenda el derecho de propiedad, que además ha firmado la declaración universal de los derechos humanos, donde en el articulo 17 se establece el derecho de propiedad de todo ser humano, no se le permita a los ciudadanos disponer de sus bienes (ya sean viviendas, automóviles, tierras, etc.) como deseen.
En el derecho cubano una “disposición especial ” o una “ley general” puede violar o pasar por alto lo establecido en la constitución de la república. Por ejemplo, en la ley general de la vivienda se establece en el articulo 70 que en un traspaso de viviendas, el estado se reserva el derecho de concurrir como primer comprador, estableciendo ademas el precio de la compra- venta. Ay que añadir que si el propietario no acepta la oferta del estado, no puede venderla ni transferirla al mejor postor. Yo solo me pregunto ¿acaso una compra-venta no constituye un contrato de dos partes, en el cual ambas tienen sus intereses? ¿No es esto una violación al derecho de propiedad?
Algo parecido sucede con las personas que salen “definitivamente” del país, a las cuales le son confiscadas sus propiedades al dejar la isla. Pero esto es otro tema porque de entrada esa “salida definitiva” está a su vez en contradicción con el articulo 13 de la declaración de derechos humanos de la cual Cuba es firmante y donde se establece que: toda persona tiene derecho a salir de cualquier país, incluso del propio, y a regresar a su país.
No veo que la legislación cubana respete el derecho a la propiedad sino que por el contrario beneficia solo al estado. Lo peor es que la gente no lo sabe. En Cuba no se conoce la constitución ni los derechos que por ser humanos nos corresponden.

20 julio, 2009

El precio de la libertad

Hace pocos días conversaba con un amigo acabado de llegar de Cuba. Venia a Europa por algunos meses, de gira con su banda musical.
Este amigo en Cuba es un siervo del sistema, militante del partido, sin cargos pero fiel a la causa que hasta hace poco defendía ante mi y ante todo aquel que tratara de insinuarle que las cosas en Cuba no siempre son como el creía.
No miento si digo que me he llevado una grata sorpresa al conversar con él después de tan solo algunos días fuera de la isla. El hombre que he encontrado no se parece en nada al que yo conocí en Cuba, este hombre habla sin tapujos, sin miedos, sin sentirse culpable. Después de varias largas charlas me ha confesado que ha descubierto que lo que yo siempre le contaba de Cuba, esa Cuba que desde adentro no se ve bien clara (aunque se crea que si), es verdad. Sabe de las injusticias que se cometen, de la falta de libertad, de la opresión, sabe de la corrupción que hunde a nuestro país, sabe que trabaja “para el ingles” por una suma muy inferior al verdadero valor de su trabajo, sabe que el sistema ha fracasado y que ya no existe eso por lo que tanto su padre como el lucharon.
Es muy triste que mucha gente (la mayoría) tenga que salir de Cuba para entender su propio país. Es aún mas lamentable que mucha de la gente que ha salido por un periodo temporal, deban regresar y seguir el juego del sistema porque no les queda de otra.
Mi amigo me comentaba que seguirá asistiendo a las reuniones del partido, que seguirá levantando la mano cuando de aprobar algo se trate, que seguirá obedeciendo las ordenes de sus superiores y haciendo guardias cederistas, porque de no hacerlo podrá ser víctima de la represión aun mas brutal que se comete contra los que de alguna forma disienten. Y yo le entiendo, comprendo su posición y la respeto. La libertad en Cuba, como me decía él, tiene un precio que no todos estamos dispuestos a pagar, un precio que lo pagamos los que luchamos y todos lo que están en nuestro entorno.

03 julio, 2009

Vamos bien


¿De qué nos quejamos? No tenemos motivos para hacerlo. En nuestro país cada día estamos mejor y el gobierno le ha asegurado durante los últimos años a la masa trabajadora, aumentos de sueldos y ha hecho que la tasa de desempleo disminuya cada año, entre otras bondades.
No, no me he vuelto loca ni he cambiado mi forma de pensar. Estas conclusiones son las que al parecer pretenden que una saque, a partir del anuario estadístico de Cuba, publicado por la Oficina Nacional de Estadísticas en su sitio web.
Según esta publicación el salario medio del trabajador cubano a aumentado de 289 pesos mensuales en 2003 a 451,2 pesos en 2008. Así mismo se observa que el desempleo en Cuba va en descenso, de un 2,3 % que se reportaba en 2003 se ha alcanzado la increíble cifra de 1,6 % en 2008 con una disminución constante cada año.
No menos sorprendente es el enorme gasto que según esta encuesta le propinamos al gobierno en concepto de seguridad social. En 2003 las prestaciones por el régimen de seguridad social ascendían a 2.144,7 millones de pesos, y en un periodo de 5 años este numero ha aumentado hasta 4.324,1 millones de pesos. Así mismo se han triplicado las importaciones de mercancías al país desde aproximadamente 4.6 billones de pesos en 2003 a cerca de 14.2 billones en 2008 y como es de imaginar han disminuido las exportaciones de mercancías, de 1.6 billones de pesos en 2003 a 3.6 billones en 2008.
Al mirar estas estadísticas, y – lo admito- sin tener más conocimientos que los elementales en esta materia, me podría atrever a decir que tenemos el mejor sistema del mundo, podría pensar que es cierto que el país afecta graves problemas económicos (producidos quizás por “el bloqueo”), lo que se manifiesta en los valores de las importaciones y exportaciones, pero podría decir que Cuba da firmes y decisivos pasos hacia adelante: cada día  hay menos desocupados, aquellos que trabajan perciben más dinero, año tras año el país desembolsa más para nuestra seguridad social. En fin podría decir que “vamos bien”.
Desgraciadamente este discurso es para los que aun creen en la oficialidad cubana. Es sabido que en Cuba, como decia Eva, hasta el idioma español se ha transformado y ahora por ejemplo los desempleados han pasado a llamarse disponibles. También es conocido que los salarios, aunque aumentados, no son suficientes y que deben ser cambiados en otra moneda para ser usados, se sabe que las importaciones exceden las exportaciones porque no hay un sistema competente que haga al país salir de la dependencia que siempre ha tenido de otros países. En fin, lo que veo en los rostros de mi gente no es lo que con esos números (siempre en aumento o descenso según convenga) quieren hacernos creer, no veo victorias o alegrías en las caras de todo un pueblo que lucha cada día para sobrevivir. Todavía hay muchos que creen en esas cifras oficiales,  pero cada día son menos, porque se puede engañar a uno una vez, pero no a tantos por tanto tiempo, al menos eso espero yo.