21 febrero, 2010

En mi casa mando yo



Hace algunos días una amiga que lee el blog me llamó para decirme que encontraba interesante lo que escribía pero que le parecía todo muy negativo y que debería escribir también de las cosas buenas de Cuba y no solo lo malo que allí sucede.

Desde que empecé a escribir, he recibido además algunos comentarios que a mi entender en lugar  de aportar algo al tema que he tratado, solo buscan ofender y desacreditarme con calificativos que no reflejan para nada la realidad. Estos comentarios por supuesto los he eliminado.

Yo no veo motivos para hablar bien del gobierno cubano o de la realidad de Cuba si no lo siento. Este blog lo creé porque tenía ganas de expresarme, de decir lo que me parece sin que nadie me censure. No represento a ninguna institución, ni escribo para nadie, solo escribo lo que veo desde mi balcón, desde mi perspectiva más personal. Escribo – quizás de una forma un poco “naive”- lo que me sale del alma, lo que veo, lo que pienso. Y se que no escribo bien, nunca he estudiado como hacerlo, no soy ni periodista ni reportera, pero tampoco pretendo serlo. Escribo porque tengo el derecho y la libertad para hacerlo, porque desde que salí de Cuba, por suerte, nadie me dice lo que debo o puedo hacer.

Tengo el más legítimo derecho a censurar los comentarios que no me parecen apropiados aunque el número de ellos en mis posts sea muy pequeño o nulo; y lo seguiré haciendo aún cuando algunos piensen que no es así como se combate la censura. Quizás aprendí muy bien ese “en mi casa mando yo” que tanto decían nuestros padres, pero el blog es mío, soy yo la que escribe y mis intenciones son las mismas que cuando empece: seguiré publicando mis vivencias, esas que me marcan y que me siguen llevando por este camino a veces tan difícil que es la vida. Soy feliz porque me siento libre y no permitiré otra vez que nadie me diga qué hacer ni cómo hacerlo.

04 febrero, 2010

¿Otra revolución energética?



En casi todas los medios de información es noticia: Cuba ayudará a Venezuela a recuperarse de la crisis energética que ha dejado al país a oscuras y ha causado no pocos altercados. Con tal fin el gobierno cubano ha enviado al comandante de la revolución Ramiro Valdez para ayudar a enfrentar los problemas de energía en Venezuela.

Como dice la canción Catalejo de Buena Fe pareciera que el gobierno cubano tiene un par de anteojos a través del cual ve los problemas de los demás y puede hasta ayudar a resolverlos, pero los que tiene en su propia casa ni los reconoce.

Resulta paradójico que el gobierno cubano vaya a "solucionarle" el problema a Venezuela, que supuestamente todavía nos esta ayudando a nosotros a recuperarnos de la misma crisis.

Ahora Cuba se lanza a aportar experiencias. ¿Pero de qué experiencias hablamos? ¿Quizás experiencia en parar la producción de todo un país para ahorrar, en destruir equipos electrodomésticos, en dejar a un país a oscuras fomentando la violencia y la marginalidad? Si es así pues compadezco a nuestros hermanos venezolanos.

No me parece que Cuba tenga experiencia en salir de la crisis energética porque estamos sumida en ella desde hace más de 20 años. Creo que el apoyo cubano no fue solicitado para salir de la crisis, sino para enseñarles como mantenerse en el poder aún en tiempos de crisis, que es en lo que el gobierno cubano es experto. De ser así no creo que haga falta la intervención de ningún "ministro de tecnología" o "comandante de la revolución"; basta con quitarle la información al pueblo, basta con apoderarse de toda iniciativa y empresa privada y controlarlo todo, basta con aumentar la represión y la violencia. Esto es lo que ha hecho el gobierno cubano entre otras atrocidades y ya vemos el fruto, un país energéticamente muerto, pero con comandantes y figuras que gobiernan hace más de 50 años.