Hace unos días inauguraron en la ciudad donde vivo un nuevo “Shopping Center”. Tiene mas de 100 shops distribuidas en 78000 metros cuadrados. El centro alberga ademas de las tiendas, restaurantes (por cierto todos extranjeros), un cine, un gimnasio y otras tantas atracciones para grandes y chicos.
Hoy fui a visitar el tan mencionado centro comercial y me llamo mucho la atención ver que solo unos pocos traían bolsas de compra pero muchos habían comprado televisores. Fui al departamento de equipos electrónicos para saber si es que tenían ofertas especiales, pero desgraciadamente los precios eran los mismos que en otros lugares y más caros que en Internet. Fue entonces que me di cuenta de la cantidad de propaganda anunciando los maravillosos televisores a precios especiales (que no lo eran en realidad).
De este día solo puedo sacar una conclusión, y es que todos lo extremos son malos. Me explico: soy de la opinión que el actual sistema cubano se ha mantenido tantos años por la falta de información que tiene el pueblo cubano, pero a veces por estos lares nos invaden de información propaganda que también se aleja un tanto de la realidad.
Hoy he comprendido, que la información, según como se transmita o se recepcione, nos puede llevar por caminos insospechados; he entendido que lo importante es mantenerse fiel a uno mismo y analizar que es lo que de verdad queremos y/o necesitamos, ya sea un nuevo televisor o democracia.
Ahora mismo se me ocurre pensar en la forma que llevamos la información a nuestra familia en Cuba, creo que en cualquier caso debemos mostrarle la verdad pero no pintarla de color rosa, porque a veces la verdad puede ser dura, y en cualquier modo seria nuestra verdad, la cual no es absoluta.
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