22 marzo, 2010

Yo se que vale la pena






La semana pasada estuvo cargadita por la calles habaneras. Varias manifestaciones de las damas de blanco y sus respectivos “actos de repudio” llenaron las noticias relacionadas con Cuba.

Resulta interesante comparar las diferentes versiones que nos ofrecen las diversas fuentes de información por la red.

La bbc informaba el miércoles que “la policía cubana disolvió una marcha de unas 30 mujeres”. El periodista Ravsberg informó que “las mujeres policías no las golpearon ni las maltrataron, se limitaron a cargarlas hasta el autobús”. "La gente les gritaba 'gusanas' y hasta 'terroristas', pero no vimos a nadie que las agrediera físicamente”. Junto al texto nos muestran esta foto.


Cubadedate, el sitio cubano contra el “terrorismo mediático” publicaba esta otra foto con el comentario: “La policía cubana cuidando la integridad de las "Damas".


En la siguiente foto tomada de cubaencuentro.com se ve como esta dama de blanco es arrastrada por la policía.... ¿Acaso la estaría defendiendo de ese “pueblo enardecido” con este agarre?


Todos sabemos que tal “pueblo enardecido” no existe, todos sabemos que por el contrario existen las “brigadas de respuesta rápida” en cada centro de trabajo cubano, que “obligan” a los trabajadores a salir a la calle a gritar consignas y dar golpes si fuera necesario cada vez que haya un “contrarrevolucionario” alterando el “orden público”. También sabemos que existen agentes de la seguridad cubana que tienen la “grandiosa” labor de perseguir, monitorear y hasta alentar las manifestaciones contra estos ciudadanos que se expresan de alguna forma contra el sistema.

Es hora de comenzar a publicar -como lo esta haciendo penúltimosdias- las fotos de estos agentes que repiten escenario en una y otra manifestación, es hora de hacer público estos rostros, al igual que el gobierno cubano publica fotos, emails, conversaciones telefónicas privadas de estos ciudadanos “inconformes”, los que por estar en contra del sistema político, pierden sus derechos a la privacidad, y a la libre asociación o la libertad de pensamiento, todos éstos derechos humanos de los que deberíamos disfrutar todos.

Con tantos cubanos que estamos fuera de la isla con acceso a una información inmediata de diferentes fuentes, ¿que esperamos para informar a nuestra gente? ¿Que esperamos para decirle a nuestros familiares que no hay sistema justo en el planeta que justifique que golpeemos o insultemos a otras personas por pensar y hasta por demostrarse diferente a como nosotros lo haríamos? ¿Por qué nuestro pueblo no sabe aún que democracia es también sinónimo de pluralismo, y que una sociedad democrática debería ser nuestro objetivo a alcanzar?

Seria tan fácil que cada uno de los que estamos fuera diéramos una pequeña dosis de sensatez a nuestros familiares y amigos en la isla. Yo estimo -y considero que me quedo por debajo- que cada uno de nosotros tiene al menos tres familiares y al menos dos amigos con los cuales se podrían tratar estos temas. 

Si 2 millones de los cubanos que estamos fuera habláramos de estas cosas con cinco personas en la isla, 10 millones de cubanos comenzarían a dudar de esa “revolución” totalitaria y absolutista que oprime “gobierna” en Cuba, o al menos dejarían de asistir a tales “actos de repudio”. No hay que exponerse demasiado ante la dictadura, basta solo con conversar de estos temas -para comenzar- en voz baja, exponiendo a nuestros conocidos nuestras vivencias y compartiendo la información que poseemos. Como dijera Calviño, yo se que vale la pena.

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