27 abril, 2009

Carreteras


Recordando uno de mis viajes desde la provincia donde vivo hacia el aeropuerto de Varadero, cuando casi matamos una vaca y esta casi asesina a todos los miembros de mi familia, me he puesto a pensar en la inseguridad existente en las carreteras cubanas.
Aquel día si no hubiera sido por la rapidez del chofer, hoy no estuviera haciendo el cuento. Esquivamos la vaca, caímos en la cuneta, (que como es normal en Cuba no estaba asegurada de ninguna forma), y volvimos a la carretera para luego proseguir nuestro camino antes que me dejara el avión.
Cosas como estas se suceden a diario en Cuba, a la falta de una adecuada señalización vertical y horizontal se unen carreteras muy viejas, llenas de huecos y oscuras, vehículos que transitan sin iluminación, etc.
A los problemas físicos de las carreteras hay que añadir los que aparecen cuando algunos sujetos se aprovechan de estos “defectos técnicos” para cometer delitos, que van desde desinformar a aquella persona que pregunta por una dirección al no encontrar señalización, para luego guiarla a un callejón sin salida y robarle, hasta poner puntillas en los huecos ya existentes para luego esperar más adelante el auto ponchado y saquearlo.
Me pregunto si el estado cubano no tiene un plan para obras publicas que incluya reparación de las carreteras y puesta en funcionamiento de una infraestructura al menos a la altura de “los logros de la revolución”. Me pregunto cuando se comenzará a combatir  los verdaderos delitos que están afectando la tranquilidad ciudadana en la isla.

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